No conozco la situación, más allá de lo que trascendió en los medios. Sintéticamente creo que los límites son necesarios y que tienen que ser claros. Esas reglas pueden ser acordadas en regímenes de convivencia democráticos, que es lo mejor, y tienen que ser respetadas. Si no se respetan las normas también en el régimen de convivencia se acordarán cuáles son las sanciones para atender a cada situación. Si los chicos hacen cosas incorrectas, reitero que no sé cuál es este caso, pero supongamos que se rompa la escuela o se maltrate a un compañero, son situaciones que las instituciones no pueden dejar pasar. Aclaro que no estoy a favor de que se impongan amonestaciones y que se eche al chico, pero es necesario poner reglas claras. Es necesario trabajar mucho con los chicos, dialogar con ellos y analizar por qué lo hacen. Muchas veces los comportamientos de agresión, no digo justificar, pero es posible entender qué motiva el accionar. El diálogo con expertos, entre docentes y estudiantes, es muy necesario. Hay que trabajar con los chicos para que tampoco permitan conductas incorrectas o que producen dolor. La violencia es un problema de todos, si sucede en la escuela, nos sucede a todos. Muchas veces esa violencia de afuera los chicos la replican.
La importancia del diálogo
Carolina Abdala | Pedagoga, UNT